El padre coraje chino que ha recuperado a su hija 23 años después de su secuestro

26.06.2024 09:34

Este mecánico de profesión recorrió China en furgoneta para buscar a su hija, recién nacida, que fue raptada

Esta es una historia con final feliz. Con muchos finales felices. La historia de un padre coraje que decidió recorrer China en furgoneta para buscar a su hija secuestrada y, por el camino, ha ayudado a más de una decena de familias a encontrar a sus hijos desaparecidos.

El calvario de Shi Chunxin comenzó el 15 de abril de 2001 en un condado de la provincia central de Henan. Este mecánico de 48 años se encontraba trabajando en el taller cuando recibió una llamada de la Policía: habían secuestrado a su hija, Shi Ke, de tan solo un año. La madre había salido a comprar con la cría y con una amiga. Subidas a un motocarro, la segunda estaba sentada en el asiento trasero sujetando al bebé cuando una moto en la que iban dos hombres se detuvo junto a ellas y uno de los tipos se bajó corriendo y se llevó a la recién nacida.

En aquel momento, Shi Ke pasó a ser un número más de los miles de niños desaparecidos en aquellos años en los que en China explotaba un mercado negro de bebés robados debido a la alta demanda de adopciones y las políticas de un solo hijo por familia. Las autoridades apenas contaban entonces con recursos para encontrar a los bebés robados. Pero Shi Chunxin decidió lanzarse a la carretera en una furgoneta empapelada con fotos de su hija y aldea por aldea, puerta por puerta, ir preguntando por su pequeña.

Los años fueron pasando y Shi no tuvo suerte con las muchas pistas falsas que siguió. Pero en la chapa de su coche ya no llevaba únicamente las fotos de su hija. Recorriendo muchas provincias del país encontró a cientos de familias que también estaban buscando a sus hijos. El hombre decidió entonces conectar a todas ellas a través de una organización de niños desaparecidos que él mismo fundó; bañó las calles de fotografías y se paseó por los platós de televisión.

Los resultados comenzaron a llegar cuando la popularidad creciente de Shi, debida sobre todo a sus retransmisiones diarias en redes sociales, empujó a las autoridades de algunas regiones a dedicar más efectivos a la búsqueda de los menores desaparecidos, y también gracias a las bases de ADN que se estaban centralizando y digitalizando. Muchas familias dieron las gracias públicamente a Shi, asegurando que su ímpetu fue fundamental para encontrar a sus hijos. El mecánico, mientras, continuaba conduciendo su furgoneta llena de imágenes de su hija y de otros niños.

A finales del pasado mayo, 23 años y 46 días después del secuestro de su hija, el padre coraje recibió una llamada de la Policía: Shi Ke había aparecido. El emotivo reencuentro familiar lo siguieron en directo varias televisiones. Shi llevó a su hija veinteañera al parque a jugar con los columpios, a montar en el balancín, en un triciclo...

Los medios explicaron que este reencuentro fue posible gracias a las bases de ADN y a los programas de reconocimiento facial que utiliza la Policía y que son capaces de simular cómo sería el rostro actual del niño desaparecido y compararlo con imágenes recientes de los registros. Shi, el Paco Lobatón de China, asegura que, aunque al fin haya encontrado a su hija, continuará recorriendo el país para ayudar a aquellas familias que no han tenido la misma suerte.

 

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