Hay ciertas ventajas económicas para las personas con discapacidad, pensadas para facilitar su situación
Las personas con discapacidad tienen la posibilidad de acceder a una pensión no contributiva de invalidez, pero para ello es preciso que alcancen un grado mínimo. Todo ello, con el propósito de garantizar una igualdad de oportunidades y dotar a este colectivo de los recursos precisos para llevar una vida plena.
Hay unas exigencias que deben cumplirse para que nos aprueben dicha ayuda. El porcentaje de discapacidad que se requiere para cobrar esa ayuda es de al menos el 65%.
Además, tal y como se explica desde el Imserso, también pueden cobrar esta pensión no contributiva de invalidez aquellas personas con una enfermedad crónica, igualmente en grado del 65% o más.
Aquellos que tengan reconocida una incapacidad permanente absoluta, que tengan una pensión asistencial por enfermedad o a las que se le haya "nombrado un curador con facultades de representación plenas para todos los actos jurídicos", pueden verse beneficiadas. También los que tengan reconocida una incapacidad permanente en grado de gran invalidez.
La cuantía íntegra anual a cobrar por esta pensión no contributiva de invalidez es de 7.250,60 euros anuales, lo que se traduce en una paga de 517,90 euros mensuales.
Otras ventajas para las personas con un grado de entre el 33% y el 64%
Sin embargo, en los últimos tiempos se han dado importantes avances para que aquellos con un grado inferior también dispongan de ventajas tanto económicas como sociales.
Las últimas disposiciones contemplan que aquellos con un 33% o más de discapacidad tendrán derecho a distintos beneficios. Entre ellos tienen cabida algunos subsidios, preferencia en viviendas de protección o facilidades en procesos de oposición. Esto supone, sin lugar a dudas, una gran ayuda para fomentar la plena integración de las personas con discapacidad.
Las personas que tengan reconocida una discapacidad de entre el 45% y el 64% podrán disfrutar de una modalidad de jubilación anticipada. Para ello se requiere una serie de condiciones, como haber cotizado una serie de años con la incapacidad.
Hay un claro intento por adaptar las propuestas laborales a las capacidades de estas personas, facilitando así su participación activa en el mercado de trabajo.
Por su parte, los que presenten un grado de discapacidad por debajo del 45% también tendrán la posibilidad de beneficiarse de la jubilación parcial con contrato relevo. Para ello será necesario que tengan un tiempo mínimo de cotización.
Los planes del Gobierno
El Gobierno ha ido aumentando la cuantía de las pensiones no contributivas por invalidez a lo largo de los últimos años. Se les dota de una cierta ayuda económica mensual para que sirva de alivio financiero a la economía del titular, pero también de su familia.
Además de esas mejoras en las prestaciones, también se llevan a cabo políticas y programas específicos para fomentar su inclusión social y laboral. Se pone de disposición de ellos los recursos precisos para conseguir un entorno más inclusivo, suprimiendo las posibles barreras existentes.
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